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TAROT ANDINO - LA KABBALA ANDINA REVELADA - E. MONTES A. - EL CONTEXTO



CUSI YUPANKI, el noveno de los emperadores que venían presidiendo desde hacía quinientos años el vasto TAWANTINSUYO INKA (la región que se extendía desde Colombia hasta la Argentina) ya había cambiado su nombre por el de PACHAKUTEK, “aquel que transforma la Tierra”, para cuando los españoles llegaron al PERÚ. 

Sabía que sería el puente que iniciaría la transición hacia el octavo Pachakuti, un nuevo ciclo de quinientos años que representaría por un lado el declive y aniquilamiento de su civilización, y por otro el afianzamiento de la colonización española en América.


Desde el nacimiento mismo de este imperio que absorbería, unificaría y elevaría el nivel de todas aquellas culturas que se habían venido desarrollando en la zona hasta ese momento, ya se tenía plena conciencia de ese destino, cruel, pero necesario.



Cuando MANKO KAPACK, el Primer INKA, surgió misteriosamente de las aguas del Lago TITIKAKA, y se dirigió con su comitiva hacia QOSQO (Cusco) para conocer la monumental ciudad que sería la capital de su Imperio, sabía que quinientos años después, al final del ciclo de su expansión y consolidación, todo ese magnífico y descomunal despliegue sería sacrificado, para resurgir nuevamente a los mil años de su fundación, cuando nuestro calendario marcase el año 1992 D.C., dando inicio al Noveno Pachakuti.



En presencia de las ruinas imperiales, último bastión de los Hijos del Sol, que permanecen en pié como no tan mudos testigos, se puede no sólo conocer sino también sentir y vibrar con la energía del mensaje que nos legaron.

Y aunque realizar la sacrificada travesía a través del Camino del Inka es ineludible, más tarde o más temprano - si es que se quiere alcanzar cierto grado de iluminación en forma directa -, también existe la posibilidad de auxiliarse con un método aproximativo como el que estoy presentándoles.




© MáXimO






TAROT ANDINO - LA KABBALA ANDINA REVELADA - E. MONTES A. - DETALLES DEL MAZO



Este es el Tarot que contiene todos los elementos de la cosmovisión y doctrina de los pueblos sagrados de los Andes, para que los iniciados contemporáneos puedan leer en sus símbolos las fórmulas que permitirán abrir el paso al nuevo Pachacuti, el resurgimiento del Hombre Andino, el retorno del Inca (o Inka).

Su autor es Ernesto Montes Aliaga y ha sido publicado por la editorial Intiyalamuy, acompañado por un librillo explicativo.

Fue solamente en uno de mis inolvidables viajes al legendario Perú, que después de mucho buscarlo logre conseguirlo - en el propio Mercado Central de Cusco -, así que estoy seguro de que apreciarán el valor de las reproducciones que hoy les acerco.

El mazo presenta la clásica estructura compuesta por el grupo de los Arcanos Mayores - que esta vez asumen la forma de los principales personalidades de la tradición política y religiosa inca – y el de los Arcanos Menores – que combina diseños cabalísticos con elementos de la propia cultura andina.

Todas las cartas llevan un número árabico para señalar el orden en el que su creador ha deseado presentarlas, además de la letra hebrea correspondiente y las atribuciones astrológicas usuales.

Completan el cuadro las denominaciones en Inglés, Alemán y Español, además del Qechua, la lengua nativa de la zona de referencia, que con todo su misterio y misticismo le agrega no sólo un gran valor pedagógico, sino también mágico y esotérico.

Tampoco faltan los símbolos correspondientes a la baraja francesa y las atribuciones alquímicas elementales, mientras que la colocación de los títulos esotéricos en cada uno de los naipes numerados sin duda ayudará a suplir la falta una imagen pictórica más explícita que facilite su comprensión.

Y todo en un formato totalmente colorido completado por un fondo dorado y un marco con los cuatro animales totémicos básicos, muy acorde al nivel de cada una de las verdaderas obras de arte con las que ha sido ilustrado cada arquetipo.

Cabe destacar también que a diferencia de la mayoría de los mazos que suelen venir con un diseño común al dorso de cada carta, este nos deleita con otra pintura que también incluye elementos de la cosmogonía andina, especialmente en el diseño típico de la cruz a la que llaman Chakana, otro detalle con el que Montes ha elegido engalanar su magnífico trabajo.

En la misma corriente de usar los elementos propios de su cultura, parece no haberse olvidado de casi ningún elemento que la represente.

Es así que las Cartas Cortesanas parecen llevar, representado en los paisajes que les sirven de marco, cada uno de los cuatro Suyos o regiones en las que se dividía el Tawantinsuyo.

Además de los dioses, fenómenos y personajes más importantes, tampoco se ha pasado por alto el tema de los animales, que en este mazo ya no son caballos sino las típicas llamas, así como el cuy o cui (chanchito de Guinea), en reemplazo de perros o gatos - como bien se puede apreciar en la carta de El Loco - animal no sólo estimado como mascota de compañía, sino requerido también como una de las principales delicias culinarias de la zona.

Pero así como no faltan estos animales, tampoco dejan de estar presentes los ejemplares mitológicos, como la gran serpiente Amaru, o el ave Korekenco que fue guía, consejera y mensajera del mismísimo Viracocha .

Para cada una de las suits o palos se han utilizado no sólo diferentes clases de cada uno de estos animales, sino también muchísimos objetos empleados en las actividades que le eran propias a la casta a la que el palo hace referencia.

Por ello aparecen elementos utilizados para las tareas domésticas, aquellos usados para la caza, y hasta para la misma guerra.

También están los utilizados en las ceremonias religiosas, además de los de administración y legislación, propios de los niveles más altos de la nobleza.

Algunos ejemplos son las cabezas con forma de estrella de las mazas empleadas entonces como armas de defensa y ataque - y que se adjuntan al esquema de las sephirot (esferas) cabalísticas en el palo de Oros o Pentáculos -, las hojas de coca de los Bastos, los bastones ceremoniales con empuñaduras de cabezas de cóndor de las Espadas, y los cálices ceremoniales de las Copas.

De la misma manera, las clásicas figuras medievales europeas que generalmente componen el grupo de Cartas Cortesanas, han sido reemplazadas por las figuras del Chasqui (que eran los mensajeros que recorrían los caminos incas llevando los kipus - mensajes cifrados en cordones - a través toda la extensión del imperio), del Sinchi (que pertenecía a la clase de los guerreros defensores), y por la de los Jatu-Kamayocs (miembros de la clase aristocrática a cuya responsabilidad se hallaba cada suyo o región, el primer eslabón - después de la nobleza imperial cusqueña - de una gran y diversificada jerarquía administrativa).

A continuación la muestra de los 78 (mazo completo) iniciáticos arcanos.

Clickéa sobre cada uno si los deseas ampliar...


MAYORES (O al XXI)

El Loco, El Mago, La Suma Sacerdotisa, La Emperatriz, El Emperador, El Gran Sacerdote, Los Enamorados, El Carro, La Fuerza, El Ermitaño, La Rueda de la Fortuna, La Justicia, El Colgado, La Muerte, La Templanza, El Diablo, La Torre, La Estrella, La Luna, El Sol, El Juicio, y El Mundo.

























BASTOS (1 al 10)











FAMILIA DE BASTOS (Sota, Caballero, Reina y Rey)







COPAS (1 al 10)











FAMILIA DE COPAS (Sota, Caballero, Reina y Rey)







ESPADAS (1 al 10)











FAMILIA DE ESPADAS (Sota, Caballero, Reina y Rey)







OROS / PENTÁCULOS (1 al 10)











FAMILIA DE OROS / PENTÁCULOS (Sota, Caballero, Reina y Rey)






REVERSO de todas



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